Franco Alberti reflexiona sobre lo expuesto por Tom Palmer en el primer capítulo del libro “¿Auto-control o control del Estado? Vos decidís” en el marco del proyecto “Leyendo por la Libertad en Argentina” de la Fundación para la Responsabilidad Intelectual junto a Atlas Network.
¿Cómo buscar la propia felicidad? ¿A través del auto control o el control del Estado?
Hay un antagonismo entre la vida del “auto control” y la vida controlada por el Estado. Mientras que en la primera predomina la madurez del individuo -ya que es uno mismo quien responde por los actos realizados en plena consciencia y libertad-, en la segunda uno sigue los designios estatales y se somete a sus consecuencias.
Esta tesis es la que sostiene Tom Palmer en el primer capítulo del libro “¿Auto-control o control del estado? Vos decidís”, que está siendo traducido al castellano por la Fundación para la Responsabilidad Intelectual con el apoyo de Atlas Network.
El autor también destaca la importancia de la búsqueda de la propia felicidad. Efectivamente, se trata de un proceso absolutamente personal. No es algo que nos pueda ser dado desde fuera. Es por ello que jamás podemos esperar la felicidad por parte del Estado. Lo que sí esperamos, en cambio, es que nos asegure que las instituciones (seguridad y justicia) protejan el derecho a la búsqueda de la propia felicidad.
Libertad y responsabilidad
En su “Teoría de los Sentimientos Morales”, el pensador escocés Adam Smith expuso la siguiente idea: como individuos, no buscamos ser meramente apreciados, sino también, ser dignos de aprecio. De hecho, nuestra consciencia moral nos demanda rendir cuentas de nuestros actos, de aquellos que hayan perjudicado a terceros, pero también a nosotros mismos.
La responsabilidad es la que nos permite gozar de libertad, responder por nuestros actos y ser capaces de ejercer el autocontrol. Así, nos convertimos en seres dignos de ausencia de coerción por parte de terceros.
Como diría el austríaco Friedrich A. von Hayek, “la libertad y la responsabilidad son inseparables”.
Las ventajas de escoger una vida de auto-control
Cuando tenemos un proyecto personal trazamos un plan para conseguirlo y pasamos a la acción. Lo hacemos siempre impulsados por nuestros propios designios. El sentimiento de orgullo y autoestima que nos invaden por haber conseguido algo propio hace que escoger libertad y responsabilidad valga la pena. Y, es más, nuestro modo de actuar puede animar a otros menos predispuestos tal vez a aventurarse en ese camino.
Puede ocurrir que los resultados que consigamos no alcancen nuestras expectativas iniciales. Pero no por ello dejaré de ser un firme defensor de que, con fuerza de voluntad, el cielo es el límite.
Aquello que se hace desde las convicciones propias cuenta además con un boost especial. Por contraste, cuando solamente obedecemos ordenes, cuando seguimos las directrices de otra persona, nuestras acciones son producto de coerción, costumbre y miedo al cambio.“La libertad y la responsabilidad son inseparables”.
Por eso, animémonos a escoger responsabilidad y libertad, animémonos a lanzarnos a perseguir nuestros proyectos personales. Cada día tenemos una nueva oportunidad de buscar aquello que realmente nos haga felices. No la desperdiciemos. No dejemos nuestro destino en manos de terceros y, menos aún, en manos del Estado.